Un grupo de investigadores científicos de la Universidad de Maryland creó baterías de caparazón de cangrejo, es decir, baterías de zinc que aprovechan los electrolitos hechos de caparazones de cangrejo y camarón. Las baterías usan quitina, un material que se encuentra en abundancia en los caparazones de los crustáceos, para crear un electrolito en gel que es totalmente biodegradable.
Las baterías resultantes utilizan este electrolito de quitosano combinado con componentes metálicos de zinc para crear una batería barata y segura para uso general. Las baterías mostraron una retención de eficiencia energética del 99,7 % después de 1000 ciclos de carga en las pruebas, lo que demuestra que son capaces de funcionar a largo plazo. El caso de uso principal para estas baterías sería almacenar el exceso de energía, como la energía solar y eólica, para su uso en una fecha posterior.
Además de ser de origen sostenible, la naturaleza biodegradable del quitosano combinada con la naturaleza reciclable del zinc da como resultado una solución de almacenamiento de energía completamente circular.
Crédito de la imagen: Shutterstock
Referencias: umd.edu y springwise
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