A las que nos gusta la ciencia ficción, cuando vemos películas como Star Trek advertimos que algunos de los personajes se teletransportan de un lugar a otro, nos gustaría que la tecnología fuera real, aunque me pone los pelos de punta pensar en separar todas mis partículas y después volver a unirlas, más bien lo utilizaría para mandar objetos de un lugar a otro. Si existieran estos aparatos deberían de tener una capacidad de memoria y procesamiento de información astronómica, para poder manejar la inmensa cantidad de datos que haría falta para teleportar un organismo complejo.
Desde hace varios años se esta trabajando, en la posibilidad de transmitir materia a distancia, consiguiendo transferir partículas a nivel subátomico, de un haz de luz a otro.
En 2006, unos investigadores en el Instituto Niels Bohr, dependiente de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, consiguieron hacer una teleportación cuántica entre un rayo de luz y átomos de un gas. Ahora, el mismo grupo de investigación ha logrado hacer otra teleportación de información cuántica entre dos nubes de átomos de gas.
Además, no lo han hecho una sola vez, sino varias, en todos los casos con éxito, lo que augura que se está alcanzando en esta clase de tecnologías una madurez suficiente como para garantizar la estabilidad de funcionamiento del equipamiento utilizado.
Por el el momento los avances son muy pequeños, o debería decir cuánticos para llegar al teletransporte real aún falta mucho.
Quizás algún día digamos transporte para dos Scotty.
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