Emulando a los insectos voladores, la idea es crear colonias de insectos sociales, la visión a largo plazo es desarrollar robots que trabajen juntos para construir grandes estructuras con propiedades únicas, tales como la capacidad de atravesar un barranco o planificar una vía de escape para las víctimas de un terremoto.
Este equipo se inspira en la naturaleza para diseñar una nueva clase de dispositivos robóticos inteligentes.
Muchos de los robots más avanzados en uso hoy en día siguen siendo mucho menos sofisticados que las hormigas que pueden "auto-organizarse" para construir un hormiguero o termitas que trabajan juntas para crear impresionantes, enormes montículos de África. Es por eso que los científicos del WYSS están tomando sus señales desde el mundo de los insectos para diseñar y fabricar una nueva, más "inteligente" clase de dispositivos robóticos que se mueven y se adaptan, como seres vivientes, y aprovechar el poder del trabajo en grupo. Ellos están trabajando para que algún día, un ejército de robo-abejas, por ejemplo, sea capaz de polinizar los cultivos tan bien como las abejas "reales" hacen.
Vuelo controlado de un insecto robótico
Inspirado en la biología de la mosca, con una anatomía submilimétrica a escala y dos alas finísimas que se mueven a 120 veces por segundo, los insectos robóticos logran el despegue vertical, flotando, y la dirección.Los diminutos robots aletean utilizando actuadores piezoeléctricos, que son tiras de cerámica que se expanden y contraen cuando se aplica un campo eléctrico. Bisagras delgadas de plástico incrustadas dentro de un bastidor de carrocería de fibra de carbono sirven como uniones, y un sistema de control delicadamente equilibrado manda los movimientos de rotación en el robot aleteo-ala, cada ala se controla de forma independiente en tiempo real.
Fuente: WYSS
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